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La economía circular y los plásticos se convierten en prioridades para la UE

En los últimos cinco años, la economía circular y la contaminación por plásticos se han convertido en prioridades de la Unión Europea (UE), a los que ha prestado cada vez más atención adoptando varias iniciativas, tanto legislativas como no legislativas. El objetivo: reducir la basura de plásticos y acelerar la transición comunitaria hacia una economía circular con vistas a impulsar la competitividad global, el crecimiento económico sostenible y generar nuevos puestos de trabajo.

29 noviembre 2019

 

Tina Ajdic_01 (1)

En 2015, la Comisión Europea publicó el Paquete de medidas para la Economía circular. En él se incluía un plan de acción para la economía circular y una revisión de la legislación comunitaria en materia de residuos que entró en vigor en el verano de 2018. Las nuevas leyes en materia de residuos aprueban nuevos objetivos de reciclaje  más exigentes. Así, por ejemplo, destacan el lograr que en 2030 se recicle el 70 % de los residuos de envases, incluido un 55 % de residuos de envases de plástico, o que, en 2035, se reduzca a un máximo del 10 % los residuos municipales que acaben en el vertedero. Además, se establecieron unas normas de cálculo armonizado para los objetivos de reciclaje y los requisitos mínimos de los planes de responsabilidad ampliada del productor (RAP). A finales de 2024 estos planes deberán establecerse para todos los envases. Adicionalmente se ampliarán las exigencias de recogida selectiva no sólo para los residuos de papel, plástico, metal y vidrio, sino también para los residuos domésticos peligrosos, los biorresiduos y los residuos textiles.

 Además de centrarse en los residuos y el reciclaje, la UE también ha elaborado una estrategia y legislación integral para materiales específicos como es el caso del plástico. En enero de 2018 la Comisión Europea publicó la Estrategia europea para el plástico en una economía circular. En ella se establece por primera vez la visión de la UE sobre la nueva economía comunitaria del plástico. En ella se afirma que, para el año 2030, todos los envases de plástico del mercado comunitario deben ser reutilizables o reciclables. También anuncia múltiples medidas como impulsar el diseño y el contenido reciclado de los productos;  mejorar la recogida selectiva de residuos de plástico; inversiones e innovación, así como reducir los plásticos de un solo uso.

Dentro de esta estrategia se integra una nueva ley (Directiva) sobre los plásticos de un solo uso. Esta Directiva, que entró en vigor este mismo verano, se considera hoy la más ambiciosa del mundo en la lucha contra los desechos marinos. La Directiva aborda los elementos más habituales entre la basura presente en las playas y los aparejos de pesca europeos y establece varias medidas para cada uno de ellos, como la prohibición de algunos artículos de plástico de un solo uso (como pajitas, cubiertos y vajilla desechables); objetivos de reducción de consumo; requisitos de etiquetado y diseño y medidas de concienciación de la población. Se incluye por primera vez en la legislación comunitaria la obligatoriedad de emplear contenido reciclado, que será de un 25 % en botellas de PET a partir de 2025, y un 30 % en cualquier tipo de botella a partir de 2030. La nueva Directiva también establece un objetivo de recogida selectiva del 90 % para botellas de bebida de un solo uso para el año 2029, y recomienda sistemas de devolución y retorno s como forma de alcanzar estos objetivos. Además, amplía aún más los requisitos de RAP para que cubran también el coste de la limpieza de basura y la concienciación de la población.

La sostenibilidad está en el centro de la política básica de muchos países en todo el mundo, incluida la UE y sus Estados miembros. Esta ambición también la ha refrendado la presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ha indicado que el “Acuerdo verde europeo” es una de sus prioridades. La economía circular y la contaminación por plásticos seguirá entre las prioridades de la próxima Comisión Europea, que se prevé que tome posesión en diciembre de este año. Von der Leyen ha anunciado numerosas medidas para fomentar aún más la economía circular en la UE, como el segundo plan de acción para la economía circular, que se centra en sectores prioritarios como la construcción, el sector textil, el alimentario, el transporte y el sector tecnológico, amplía el diseño ecológico, reduce el embalaje excesivo, establece un marco normativo para la biodegradabilidad y lucha contra los microplásticos. La Comisión también se está planteando actualmente revisar los requisitos básicos para que los envases sean más reutilizables y reciclables, y está preparando un documento orientativo sobre la RAP, que incluirá la modulación ecológica de las tasas de este ámbito. A finales de 2024, estudiará implantar nuevos objetivos de reutilización, residuos de construcción y demolición, residuos comerciales, textiles y de otro tipo. Además, la UE se está planteando actualmente aplicar un impuesto a los residuos de envases de plástico. Según el próximo comisionado de medio ambiente, la nueva Comisión Europea será la más ecológica que haya tenido nunca la UE.

La UE ha establecido objetivos ambiciosos que los Estados miembro deberán adoptar en los próximos años. La conferencia TOMRA Leads, celebrada en junio de 2019 en Bulgaria, sirvió como estupendo punto de encuentro para exhibir la tecnología de reciclaje de plástico más reciente, que puede ayudar a los Estados miembro a cumplir con las ambiciones comunitarias de transición hacia una economía verdaderamente circular, uno de los principales objetivos de la Estrategia comunitaria para el plástico y una de las mayores prioridades de la próxima Comisión Europea.