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PUNTO DE VISTA

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Obtención de más valor de vehículos fuera de uso

05 abril 2018

TOMRA Sorting Recycling recupera material de vehículos al final de su vida útil, para su reciclaje. Le hemos pedido a Tom Jansen, Director comercial de reciclaje, que nos cuente cómo puede la tecnología seguir mejorando las tasas de reciclaje, y qué distingue a las máquinas de clasificación de TOMRA. 

Pregunta: ¿Se puede mejorar aún más el reciclaje de vehículos fuera de uso? 

Tom: Las tecnologías de TOMRA Sorting cuentan ya con veinte años de experiencia en el reciclaje de vehículos al final de su vida útil. Esta tarea se inició con la recuperación de metales de los flujos de residuos y pasó a evitar que acaben en nuestros vertederos metales que otros equipos tradicionales como los imanes y separadores de Foucault no logran rescatar. Y es que hoy, los mercados más desarrollados logran recuperar la mayoría de los metales, si bien en los mercados menos desarrollados las empresas de reciclaje aún tienen margen de mejora. 

Pregunta: ¿Cómo ha mejorado la tecnología la selección de residuos de metal, y cómo ha influido en la recuperación de material? 

Tom: Los productos habituales del reciclaje de metales, como la zorba [producto del Separador de Corrientes de Foucault es una mezcla de metales no férricos ricos en aluminio] y el zurik [mezcla de metales No Férricos resultante tras el paso por los separadores con sensor electromagnético del FINDER], se vendían a Asia, donde se reclasificaban de forma manual. De mediados a finales de la primera década del año 2000, las empresas de reciclaje marcaron un nuevo objetivo: lograr una mejor clasificación de estas fracciones mixtas mediante el uso de tecnologías basadas en sensores. Así, se crea un valor añadido mediante la producción de monofracciones de mayor valor en términos globales que el de la mezcla original. Además, se ofrecen más opciones de venta directa de productos recuperados de metal a todo tipo de procesadores locales, como refundidores, sin tener que emplear intermediarios.
Tras un periodo complicado que las empresas de reciclaje experimentaron durante la primera parte de la década de 2010, esta tendencia ha vuelto a repuntar en los últimos años. Las tecnologías de clasificación actuales están mejorando e incrementando su velocidad y resolución; pueden combinarse varias tecnologías y en paralelo se están desarrollando tecnologías nuevas. Gracias a todo esto, las empresas de reciclaje están añadiendo nuevas fases de clasificación e incrementando aún más la pureza del producto final. 
La calidad es la que manda y, por eso, aquellas empresas de reciclaje que sólo sean capaces de generar productos mixtos o “contaminados” tendrán cada vez más problemas para lograr venderlos. 

Pregunta: ¿Puede resumirnos brevemente cómo es el funcionamiento de una máquina TOMRA? ¿Cómo funciona la selección de metales férricos y no férricos? 

Tom: En el caso del reciclaje de vehículos al final de su vida útil, se emplean predominantemente cuatro tecnologías de clasificación, ya sea por separado o de forma combinada. En TOMRA, estas tecnologías están incluidas en las cuatro unidades de clasificación. Haré un breve comentario sobre cada una de ellas.
En primer lugar, tenemos el FINDER. Esta unidad de clasificación emplea un sensor electromagnético [EM] o de inducción. Este sensor ofrece información sobre la señal del metal, además de su forma, tamaño y, en sus versiones más recientes, hasta cierto punto el tipo de metal. El FINDER se emplea principalmente para recuperar metales no férricos de entre una mezcla de residuos, y los clasifica asi como puede hacer concentrados de acero inoxidable o cable eléctrico.
Otra unidad de clasificación es el FINDERPOLY. Esta unidad combina un sensor EM con la tecnología de infrarrojo cercano [NIR] y/o la de detección de objetos mediante láser [LOD]. La NIR permite detectar plástico y otros elementos que no sean metales. Sus aplicaciones típicas son por un lado la clasificación de plástico o madera del residuo y, por otro, la mejora de los concentrados de acero inoxidable y cable mediante la opción LOD.

También está el X-TRACT. Esta unidad utiliza la tecnología de transmisión de rayos X [XRT] para clasificar material según densidad. Se usa principalmente para separar la zorba [el resultado del separador de Foucault: aluminio, cobre, latón, zinc, etc.] y separarla entre el aluminio por un lado y la mezcla de metales pesados incluso posible separar aleaciones pesadas de aluminio de aleaciones ligeras de aluminio.
Por último, está la COMBISENSE. Esta unidad emplea una cámara RGB de color, combinada con un sensor EM. Su uso principal es la clasificación de mezcla de metales no férricos según color, forma y brillo En el reciclaje de vehículos al final de su ciclo de vida útil, la mezcla de metales pesados suele clasificarse en cobre [rojo], latón [amarillo], placas de circuito impreso [verde] y zinc/ aluminio [gris]. 

Pregunta: Al final del proceso de selección, ¿qué materias primas secundarias se obtienen? Y, ¿de qué está formado el resto del material, y qué se hace con él?

Tom: La respuesta a esta pregunta depende de variables como la ubicación, las condiciones del mercado y la normativa. En una planta de clasificación de última generación típica de un país desarrollado de la UE, las fracciones de material que se recuperan son férricas/ acero; aluminio; cobre; latón; zinc y otros metales pesados grises; acero inoxidable; cable eléctrico y madera.
Las fracciones de residuo pueden contener fracciones ligeras provenientes de la fragmentadora [SLF por sus siglas en Ingles, Shredder Light fraction], plástico, espuma y goma. El SLF suele retirarse por lo general en la fragmentadora mediante el separador de aire. Contiene polvo, espuma, pelusas, tejidos, etc. y suelen tratarse en plantas especializadas para recuperar valores residuales. El plástico y la goma pueden clasificarse posteriormente en plantas especializadas, si bien también pueden emplearse en las incineradoras.

Pregunta: ¿Puede ayudar la tecnología de TOMRA a mejorar la calidad del “car fluff” (fracción ligera del fragmentado de vehículos)? De ser así, ¿cómo?

Tom: Sí, pero depende de cómo se defina dicho término. Por lo general entendemos que el “car fluff” está compuesto básicamente por SLF, que es el material más complicado de clasificar de forma eficiente mediante equipos basados en sensores por su baja densidad y por enmarañado que se encuentra. Para concentrar materiales son necesarios varios pasos de tratamiento mecánico y retrituración; luego puede emplearse el FINDER para recuperarlos metales, el NIR para la madera o plástico, y el COMBISENSE chute para las fracciones finas de metal. 
En muchos casos, la escasa cantidad de material con valor económico, y el esfuerzo necesario para su obtención, hacen que suponga todo un reto técnico y económico. Como los objetivos de reciclaje y el coste de sus alternativas no dejan de crecer, la recuperación de producto con valor económico del fragmentado  de automóviles será cada vez más importante.