Desde 1939, cuando comenzó como “Lauber Blue Valley Hybrids”, y a lo largo de cuatro generaciones, la familia Lauber ha estado en el negocio de la producción de maíz de siembra. El uso de técnicas innovadoras y prácticas agrícolas sostenibles les ha devengado más de 75 años de semilla híbrida con alta integridad genética y calidad excepcional. La finca acumula hoy en día una experiencia total de más de 200 años en la producción de maíz de siembra híbrido para semilla.”
Brad Lauber, Presidente de Lauber Seed Farms dice: “Nos orgullecemos de poder proveer productos de uso conveniente de calidad superior a nuestros clientes, los agricultores norteamericanos.”
Lauber Seed Farms no solo produce maíz de siembra híbrido, sino también semillas de soja adaptadas a todo tipo de condiciones. La familia Lauber trabaja 7 días a la semana, entre 16 y 20 horas por día durante la temporada alta.
“Somos una empresa familiar dedicada a la producción de maíz de siembra híbrido. Mientras que todos los negocios relacionados con la agricultura se benefician de las relaciones comerciales con las grandes empresas multinacionales, Lauber Seed Farms ha podido usar su más pequeña plataforma con mayor flexibilidad para definir y refinar sus procesos de producción específicos y crear una eficiencia y calidad que no son posibles a mayor escala. Este es el principio que nos ha mantenido en el mercado a lo largo de varias generaciones,” explica Brad Lauber.
“Cada semilla es un organismo vivo. En Lauber Seed Farms plantamos cada una de las semillas como una unidad individual y no vemos nuestras fincas como simples plantaciones de maíz. Nuestras fincas son viveros para semillas que ayudan al agricultor norteamericano a alimentar al mundo. Reconocemos la importancia de cronología en el proceso de crecimiento. Hemos implantado en nuestro negocio el equipo más apropiado, personal capacitado y procedimientos que nos preparan para poder trabajar en cualquier condición, llueve, truene o ventee”, añade Brad Lauber.
REDUCCIÓN DE MANO DE OBRA Y EFICIENCIAS
Antes de la instalación de las clasificadoras Zea de TOMRA, Lauber Seed Farms utilizaba clasificadores humanos para detectar mazorcas con piel, material extraño, mazorcas con enfermedades, hongos y materia inerte. Como cualquier otra empresa, se encontró con los problemas asociados a tener una mano de obra humana, como disponibilidad, encontrar cantidades adecuadas de trabajadores cualificados en áreas rurales, y poder programar trabajo especialmente en fines de semana y por las noches. Esta fue la razón por la cual la familia Lauber visitó la Convención ASTA en Chicago.
“Durante un periodo de 5 años y después de conversar con varios funcionarios de TOMRA, inicialmente no nos convencía el equipo con una cámara superior y clasificación doble, ya que solo examinaba un lado de la mazorca, lo que no era suficiente para llegar a nuestros patrones de calidad ni a la reducción en mano de obra que deseábamos para justificar la inversión en sistemas de clasificación automática. Sin embargo, la tecnología nos intrigó suficientemente como para mantener el interés en el equipo”, dice Brad Lauber.
En una siguiente Convención ASTA, Brad Lauber preguntó al personal de TOMRA si era posible colocar una segunda cámara en posición inferior para examinar los dos lados de las mazorcas a la misma vez. Se alegraron cuando fueron informados de que había una implementación de un equipo con cámaras inferiores y superiores en Suramérica. Al mismo tiempo, los ingenieros de TOMRA estaban trabajando en una opción de tercera clasificación para el equipo, para maximizar la eficiencia de clasificación y reducir mano de obra. “Debido a estas informaciones, nos convencimos que este tipo de sistema atendería nuestros requisitos de calidad y tomamos la determinación de adquirir las clasificadoras Zea de TOMRA,” explica Brad Lauber.
Las clasificadoras ópticas Zea de TOMRA con cámaras superiores e inferiores y clasificación triple fueron las primeras en el mercado de maíz de siembra para semillas norteamericano. Las clasificadoras fueron instaladas para la cosecha del 2015 bajo pequeñas modificaciones de línea, lo que simplificó el proceso.
Brad Lauber: “Nos sentimos muy animados con la implementación de las nuevas clasificadoras automáticas para mazorcas de maíz enteras Zea 64.2.3 de TOMRA en nuestras operaciones. Es especialmente significativo que hemos encontrado que la calidad en el proceso de clasificación puede ser mantenida exitosamente al mismo tiempo que se optimiza la eficiencia de todo nuestro proceso de cosecha de muchas maneras”.
Como en cualquier arranque de línea, durante los primeros días, Lauber Seed Farms se enfrentó retos. “TOMRA respondió muy bien en llevar personal especializado a planta para ayuda con los pequeños problemas que se presentaron”.
“Poder recolectar el maíz de siembra híbrido durante las horas pico de cosecha nos ahorró fácilmente de 70 a 176 litros de pérdida de cosecha, dependiendo de las condiciones. Hemos encontrado que esto es un factor adicional muy importante. “La clasificadora Zea redujo nuestro tiempo de clasificación. Comparando con clasificadores humanos, tenemos un 36 % más eficiencia”.
“Para empezar, la cosecha de maíz de siembra necesita programación precisa. Las operaciones de campo que alimentan nuestra nueva instalación de clasificación ya no tienen la restricción de depender del programa de una gran fuerza laboral, lo cual permite a los recolectores dedicar todo el tiempo de cosecha a la recolecta. Esto es esencial para llegar al patrón de alta calidad de semilla que los agricultores norteamericanos necesitan.”
“Además, la clasificadora de mazorcas Zea de TOMRA nos ha dado mayor flexibilidad en las horas de operación cada día. Al simplificar las necesidades de mano de obra, se han creado eficiencias al aumentar la cantidad de horas durante las que podemos operar. Un ejemplo de esto fue poder optimizar el delicado proceso de secado de las semillas, ya que ahora podemos llenar las cajas de secado durante toda la noche sin depender de los horarios de los trabajadores”, dice Brad Lauber.
“No hay lugar en el mundo donde haya una universidad que enseñe el proceso de producción de maíz de siembra de principio a fin. La experiencia de las generaciones de nuestra familia nos ha enseñado cómo producir y entregar un producto de alta calidad; si no, no hubiésemos permanecido en el negocio por más de 75 años".